Cuerpos de barro de los mineros de Sierra Pelada. Al norte del Brasil, medio millón de hombres buscan oro hundidos en el barro. Cargados de barro trepan la montaña, y a veces se resbalan y caen, y cada vida que cae no tiene más importancia que una piedrita que cae. Una multitud de mineros trepando. ¿Imágenes de la construcción de las pirámides, en la época de los faraones? ¿Un ejército de hormigas? ¿Hormigas, lagartos? Los mineros tienen piel de lagarto y ojos de lagarto. Los muertos de hambre, ¿habitan el zoológico del mundo?
La cámara de Salgado se acerca y revela la luz de la vida humana, con trágica intensidad o triste dulzura. Una mano se acerca, desde ninguna parte, y se ofrece, abierta, al minero que sube la cuesta aplastado por la carga. Esa mano se parece a la mano que toca al primer hombre, y tocándolo lo funda, en el célebre fresco de Miguel Ángel. El minero, que viaja a lo alto de la Sierra Pelada o el Gólgota, se apoya en una cruz y descansa.Texto: Eduardo Galeano
Foto: Sebastiao Salgado
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