"Fotografía Argentina Colección Rabobank" en el MAMBA

Cerca de 200 imágenes pertenecientes a algunos de las figuras más resonantes del mundo de la fotografía, que construyen el imaginario del país desde 1920 hasta a actualidad, conforman la colección Rabobank, que se exhibe desde este jueves a las 19 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba).

Esta colección comenzó a gestarse hace más de dos años, con la idea de abarcar desde los primeros fotógrafos de la modernidad hasta los contemporáneos, basada en dos criterios que serían su eje conceptual y temático: que se tratase de fotografías directas, y que estuvieran referidas a la Argentina.

“La idea central fue mostrar a la Argentina a través de sus fotógrafos, el recorte de sus miradas en las vistas urbanas, sus paisajes rurales, en temas sociales, o en retratos de algunos de sus personajes más relevantes” contó a Télam -durante una recorrida- el fotógrafo Facundo de Zuviría, quien realizó la curaduría junto a Marjan Groothuis.

Las paredes blancas de la sala remodelada del Mamba, en avenida San Juan 350, son el marco impoluto para sumergirse en estos 49 autores de paisajes, campos, calles, figuras, rituales, trabajos, personas o esquinas emblemáticas, que esculpen el universo de lo argentino, la idiosincrasia de lo local, en casi 90 años de relato.

Así, el espectador arranca el recorrido con el espacio dedicado a lo urbano, donde destacan las increíbles fotos del maestro Horacio Coppola, quien en 1930 irrumpió con una obra netamente vanguardista y su afán de registrar la ciudad, o los miles de sombreros que se agitan en el aire, en “La llegada del Plus Ultra” (1926) de Juan Di Sandro, considerado el padre del fotoperiodismo en Argentina.

La vista del espectador salta de los diminutos peatones que se pasean por la plaza circular (ya inexistente) que rodea el Obelisco retratada en 1955 por Sameer Makarius, a la bruma que vuelve irreconocible el paisaje en la lente del alemán Walter Roil (1904-1989) o la impresionante mirada de Grete Stern de Córdoba y Esmeralda tomada desde el interior de una florería.

“Quisimos que en la colección estén los grandes maestros y los referentes más importantes de la fotografía, pero también hicimos un trabajo de rescate de algunos autores que injustamente han quedado relegados y olvidados, como el caso de Werner Schumacher, Walter Roil, quien fotografió la Patagonia en los años 30, Juan Di Sandro o Jorge Aguirre”, deslizó Zuviría.

Otro eje de la exposición se detiene en algunos de los personajes más representativos de la cultura argentina: un jovencito Julio Cortázar mirando cámara con un cigarro colgando en los labios, en una imagen de Sara Facio más que anclada en el imaginario colectivo, o Charly García retratado por Alejandro Kuropatwa, estandarte de la movida porteña de los 80.

Muy cerquita del retrato del pintor Boby Aizenberg parado delante de un basural humeante y apocalíptico (de Humberto Rivas) se posan los ojos profundos de Olga Zubarry, (1936) autoría de Annemarie Heinrich, quien construyó su estilo inconfundible fotografiando estrellas de cine y del mundo del espectáculo de la década del 30.

Se destaca del resto una rareza de Grete Stern: “Naturaleza muerta con mate, pava y galleta”, una imagen “espectacular” -sentencia Zuviría- que junto a la “Magnolia” de Anatole Saderman, ofrecen dos imágenes “simbólicas de la argentinidad”.

En el extremo más conceptual de la colección se ubica la serie de 24 fotografías de Res, “NECAH (No entregar Carhué al huinca)”, tomas directas de los paisajes donde se llevó a cabo la denominada `Conquista del Desierto` y en cada paisaje, una letra suspendida en el aire, que conforma la leyenda de los indios “no entregar la capital al blanco”.

“Todas las fotos hablan de la Argentina desde distintos aspectos, por supuesto que hacer un retrato de cualquier país es infinito, no pretendemos tener un relato completo sino una serie de miradas que conforman una mirada parcial pero válida”, advierte el curador.

En este sentido, la muestra incluye paisajes naturales que nos acercan un país rico y diverso: la Patagonia solitaria de Walter Roil y Marcos Zimmermann, las Cataratas del Iguazú vistas por Gastón Bourquin, el Paraná fotografiado por Roland Paiva, los parques nacionales tomados por Diego Ortiz Mujica o las desoladas extensiones bonaerenses en la lente de Juan Travnik.

No quedan fuera de la exposición las fotografías de acento social, los aborígenes chaqueños de Hans Mann, el trabajo manual en el país por Dani Yako, los gauchos y gringos del campo de Gustavo Thorlichen, las fiestas religiosas en Tilcara o Humahuaca por Lucio Boschi, las mujeres presas de Adriana Lestido, o la maravillosa imagen “Cielo y Tierra” de Sara Facio sobre un orfelinato.

Los retratos de Marcos López que muestran con humor y sin tapujos el imaginario argentino, los climas intimistas de Santiago Porter, las viviendas marginales de Gabriel Díaz o las pulperías bonaerenses de Rubén Guzmán, son algunas de las tomas que completan este fresco de la Argentina recortada en diferentes estilos.

“La idea es que la exposición vaya a los museos más importantes del interior del país y darle la oportunidad a más gente de que vea esta obra” señaló Jorge Correa, representante de Rabobank, sobre esta colección, la primera de carácter institucional privado de nuestro país, que se podrá visitar hasta el 11 de septiembre en San Juan 350, de lunes a viernes de 12 a 19, sábados, domingos y feriados de 11 a 20.

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