SALIDA FOTOGRAFICA - CARHUE Y EX VILLA EPECUEN
La laguna Epecuén se encuentra en la provincia de Buenos Aires. Por su alta concentración salina, la laguna es hipermarina, diez veces superior al mar. Se aprovecha para combatir depresión, afecciones reumáticas y de piel y agotamiento psicofísico. La ciudad de Carhué y la ex Villa turistica Lago Epecuén se encuentra a orillas de esta laguna.
A principios de 1800 la laguna ya era famosa por las propiedades curativas de sus aguas debido a que estas poseen una mineralización superior a las de otros lugares del mundo.
En la década de 1920 se comienza a vislumbrar un gran futuro para el Lago Epecuén. Así, varios pioneros y visionarios efectúan obras cuyo fin es dar a los bañistas de Buenos Aires y demás puntos confort y servicios. La sociedad anónima Minas Epecuén fue, junto a Arturo Vatteone uno de los pioneros en la explotación.
Debido a su problema ancestral: la falta de agua, comienza a verterse agua al lago a travéz de obras hidraulicas mal efectuadas, lo que hace que se deba construir en 1978 un murallón para contener el ingreso del agua al ejido.
El Lago Epecuén es la ultima laguna, y por ende más baja, del llamado sistema de Lagunas Encadenadas del Sudoeste. Dicho sistema es endorreico, es decir no posee salida al mar.
Esto funcionó sin variantes durante 60 años hasta que el 10 de noviembre de 1985 el agua lo inundó todo. La defensa del terraplén de piedra y tierra no soportó el enorme caudal de agua que envió la improvisación hidrológica interprovincial, desde otra cuenca ajena al sistema de las Lagunas Encadenadas. La Villa desapareció. Así, para 1986, el pueblo de Villa Lago Epecuén poseía 4 m de agua en sus calles, llegando en 1993 a más de 10 m.
Hace poco tiempo el agua se retiró, dejando al descubierto las ruinas de lo que alguna vez fue una villa turística muy lujosa.
Mientras tanto Carhué en 1989, pasado el shock, inicia su renacimiento.
A principios de 1800 la laguna ya era famosa por las propiedades curativas de sus aguas debido a que estas poseen una mineralización superior a las de otros lugares del mundo.
En la década de 1920 se comienza a vislumbrar un gran futuro para el Lago Epecuén. Así, varios pioneros y visionarios efectúan obras cuyo fin es dar a los bañistas de Buenos Aires y demás puntos confort y servicios. La sociedad anónima Minas Epecuén fue, junto a Arturo Vatteone uno de los pioneros en la explotación.
Debido a su problema ancestral: la falta de agua, comienza a verterse agua al lago a travéz de obras hidraulicas mal efectuadas, lo que hace que se deba construir en 1978 un murallón para contener el ingreso del agua al ejido.
El Lago Epecuén es la ultima laguna, y por ende más baja, del llamado sistema de Lagunas Encadenadas del Sudoeste. Dicho sistema es endorreico, es decir no posee salida al mar.
Esto funcionó sin variantes durante 60 años hasta que el 10 de noviembre de 1985 el agua lo inundó todo. La defensa del terraplén de piedra y tierra no soportó el enorme caudal de agua que envió la improvisación hidrológica interprovincial, desde otra cuenca ajena al sistema de las Lagunas Encadenadas. La Villa desapareció. Así, para 1986, el pueblo de Villa Lago Epecuén poseía 4 m de agua en sus calles, llegando en 1993 a más de 10 m.
Hace poco tiempo el agua se retiró, dejando al descubierto las ruinas de lo que alguna vez fue una villa turística muy lujosa.
Mientras tanto Carhué en 1989, pasado el shock, inicia su renacimiento.
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